2007: Odisea en el Caos

Supongo que todos los que me leéis ya sabéis que estoy en Alemania, pero ninguno conoce la dimensiones de mi hogar. Pues veréis yo tengo recibidor,dormitorio, salón, cuarto de estar, comedor, cuarto de invitados, cocina y baño, la terraza la tuve que cerrar para poder hacer el cuarto de invitados y creo que eso es todo, ¿todo eso?, si todo eso en 15 metros cuadrados, y tan feliz que vivo.
Pero esta felicidad a veces se ve truncada, normal, esto no es el paraíso. Y ¿como?, os preguntareis, pues muy fácil, con estas dimensiones que tengo pierdo las cosas con una facilidad. Pero lo peor fue una cosa que perdí hace unos meses y que por vergüenza no he querido contar hasta hoy.
Pues bien, pongamos nos en antecedentes, con lo grande que es mi casa y la de invitados que tengo, me puedo permitir el lujo de tener una vajilla completa con cubertería para...3 personas, que ya son tres mas de las que caben en mi casa jeje. Bueno pues en esta vajilla tengo 3 pocillos, véase por pocillo, recipiente de cierta profundidad mas grande que una taza pero mas pequeño que un pozo, de ahí el diminutivo; también conocido como bol. Pues bien, de los tres pocillos, uno lo uso, para dejar los ajos, así que ya tenemos uno en uso, y los otros dos, pues tienen diversos usos, ya sea para sopas, desayunos, ensaladas...
Así bien, como cada primer martes de cada mes, me puse a fregar mi abundante vajilla sucia acumulada durante el ultimo mes en mi gran cocina, en mi gran fregadero, tal es el tamaño, que muchas veces no encuentro ni el fairy, bueno que me desvío. Bueno pues después de estar fregando durante 15 minutos o asi, seco los platos y hago recuento:
- 3 platos llanos: OK
- 3 platos de postre: OK
- 1 pocillo, + el de los ajos: ¿ehhhh?, ¡¡¡¡ME FALTA UNO, MIIIEEEERDA!!!!
¿Donde estará?, miro en el comedor, lo que significa mirar encima de la unica mesa...pues no esta. Pero no cejo en el empeño, y empiezo a ordenar la mesa porque aunque no sea Jueves Santo, que es cuando ordeno la mesa, esta ocasión la merecía, me faltaba un pocillo, y no uno cualquiera, sino mi favorito. Ordeno mi mesa, y empiezan a aparecer cosas que no sabia ni que tenia, pero nada, ni rastro del pocillo. Hago un poco de memoria y digo, ayer desayune cereales, así que puede estar dentro de la caja de cereales. Si suena raro, pero por hacer solo un viaje con el desayuno en esta mansión que tengo, a veces lo hago, para ahorrar energías. Así que voy a la sección de reciclaje, porque la caja no esta en la despensa. Pues aquí tampoco esta la caja. Habré sido tan imbécil de tirar la caja con el pocillo dentro, no puede ser, he roto la cadena de reciclaje, echando cerámica al contenedor del papel.
Bueno confió en mi persona, y no me creo lo de los cereales, así que a falta de otra cosa mejor, empiezo a pensar que lo he tirado a la basura, y como ayer baje la basura también, significa que esta criando malvas en un contenedor, pero no puede ser, no soy tan tonto. Miro en el baño, que a lo mejor por un casual, imposible, pero miro, no esta claro.
Cuando ya he aceptado mi derrota, y pienso como contar esto que me ha pasado, yo ya inventando excusas inverosímiles: yo es que estaba desayunando con la ventana abierta, me he dado la vuelta y cuando me he girado estaba saltando por la ventana, o cosas similares, para no quedar como el estúpido que era.
Después de la ajetreada tarde que pase, ya había reconocido ante mi mismo, que ese pocillo, no iba a aparecer, y me estaba entrando hambre la nevera para ver que puedo cenar. No tengo nada, solo unos restos del arroz del día anterior. Así que cierro, la nevera con una lechuga en la mano y un tomate........................................................ ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡CAGONLA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, pues ahí podía estar el pocillo, manteniendo el arroz fresco. Casi lo tiro a la basura con arroz y todo, después de lo que me había hecho pasar, me había hecho ordenar la casa entera, para que al final estuviera en la nevera.
Por lo menos apareció pensareis, pero el muy listo no le valió con jugármela una vez que cada poco me la vuelve a jugar, que jodio, y tengo que volver a ordenar mi casa, y pasar el aspirador, pensando que pueda estar debajo de Pelu, que es mi mascota-pelusa. Lo bueno es que Pelu, vuelve a venir en seguida jeje.
¡¡¡Que dura es la vida del desordenado!!!